martes, 23 de agosto de 2011

El misterio de la mariposa sin alas.

Una mariposa en un frasco. Desesperada, quiere volar. Sus alas no friccionan con la nada. Las mueve y no agitan el aire.
La mariposa sin poder volar, empieza a cuestionar su propia identidad. Se cuestiona su nombre, su edad y hasta su sexo. Pierde conciencia, se sacude,se ciega. Se pierde para siempre. Aún vive, pero ya no es mariposa, ya no es. Pero respira.
La conquista de un campo de representacion simbólica presupone en primer termino la generación del símbolo, luego como condición necesaria, la capacidad del movimiento o agrupación para poder instalarlo en la sociedad. A partir de ese momento ya no se juzgara si lo instalado es valedero, cierto o correcto. Se ha alcanzado el objetivo, instalar el tema. Esta es la finalidad de la cuestión, no la razón o la verdad, sino la instalación, luego cuando ya se haya instalado el tema, sera la misma sociedad la que lo incorpore o rechaze, pero como ya se ha dicho, esto no es lo esencial. Lo primordial es ganar el espacio, quien lo logre primero sera el que este mejor posicionado para la construcción de una mayoria, comun en sus intereses y aspiraciones, generando un lenjuage que los relacione y los identifique. Esto se torna de vital importancia en una sociedad que, carente de ideas y conceptos, es cada vez mas compleja y donde la simbología es vital para la contrucción de una imaginario colectivo.

sábado, 29 de enero de 2011

Son muchas las razones...

por las que uno se vuelca en una pagina. Soledad, introspección, perplejidad, necesidad, aburrimiento, comprensión. A veces porque uno comprende cosas. A veces porque uno no comprende una mierda. A veces es tan poco lo que uno comprende que pareciera no haber palabras que alcansen a describir lo poco que uno comprende.
Hoy, por ejemplo. Hoy quisiera llorar. Quisiera no haber abierto mi bocota y no haber sembrado la discordia entre dos personas que solo pueden ver lo que sus ojos les dejan ver. Como todos, va, como la mayoría de nosotros. Hoy me pase de la raya y quisiera como en tantas otras ocasiones volver atrás y morderme la lengua. Sospecho que lo que siento es la verdad, y que no fue con mala intención. Pero años de terapia nos llevan a ponernos en duda todo el tiempo y a pensar si realmente uno no tiene nada que ver con "la mala de la película".
Maldigo el momento en que el cristianismo sembró la culpa y broto cual yuyo por estas tierras. Maldigo el momento en que preste mi oreja a un conflicto que nada tenia que ver conmigo y traicioné no solo a dos personas queridas sino también a mis mas profundos principios.