sábado, 4 de diciembre de 2010

Carta a una amiga

Pasaste, me visitaste y tomamos juntas unos amargos mates. Amargos como la distancia que nos separa, pero con gusto a eterno como nuestras charlas. Fueron pocas horas que nos vimos,y nos hablamos con certeza de que no nos volveremos a ver por más de un año. Nosotras que somos tan distintas y tan parecidas. Tan parte la una de la otra. Pasaste y me dejaste con un millón de abrazos en el tintero, con un nudo en el pecho y las ideas dadas vuelta.
Vos, mi amiga con alma de valija, con alas de boing 737 y mas millas recorridas que Gorge Clooney en la película esa de aviones.
Te hubiera regalado el mate que te compraste pero mi jefa me puso nerviosa y te lo tuve que cobrar. Te hubiera regalado una máquina del tiempo también, para que pasemos horas y mas horas en mi balcón chating over mates. No probamos juntas el Chaud Wine, ni estuve con vos en el Louvre viendo aquella muestra de fotos. No te pude defender cuando el forro ese te insulto a la hora del cierre, ni te pude tejer gorritos para el frío en Cambridge. No dormí con vos en un auto en Toscana, ni practique con vos fire dancing en las playas de Australia. Me hubiera gustado pero no se dio.
Uf! No se amiga cuando empezaremos a viajar juntas otra vez. Pero se, a ciencia cierta que cada vez que algo me llega al alma también te llega a vos. Por que ahí te guardo, justo al lado de mi corazón y arriba de mis pulmones. Como pegadita al esternón en la parte de atras estas vos. Mi amiga la que viaja.
Adiós golondrina nos vemos el próximo verano, no te olvides de mi.
Tu amiga la que dibuja.

1 comentario:

  1. soooooooooool! no sabía que tenías otro blog! esta entrada me puso la piel de gallina ñaaaaaa! escribis muy muy muy lindo!

    ResponderEliminar