miércoles, 9 de junio de 2010

Un cuento corto

"Déjeme reinvindicarme e invitarle el almuerzo" le dijo el tiempo a la verdad. Ella no se dejo convencer y solo le quedo volar lejos de ahí. El tiempo quiso interpretarlo como señal de bienaventuranza y agarrado de los tobillos de un barrilete desafió las leyes de la naturaleza.
Fue en medio de este viaje que se cruzo con un viejo barril, borracho y feliz que vagaba por las olas de la incertidumbre. Compartieron historias y citaron a Neruda. Solo ellos se comprendían solo ellos se molestaban en entender. No fue hasta que una cigarra recalco el echo de que ya era de noche que lo notaron. Siguió cada uno su rumbo, el tiempo se hizo pretérito y el barril se olvido de él. Quedo sola la verdad buscando quien la defienda en un mundo de peatones sin alas.


Para Vic.

No hay comentarios:

Publicar un comentario