Es que me das ganas de subirme a un colectivo lleno de gente que no conozco pero me suena y amazarte la rodilla mientras salimos de la terminal pensando en que todo puede pasar. Jugar a la rayuela, saltar las tranqueras. Besarte todo hasta que se haga de noche y después de día y así hasta que nada nos detenga.  Morderte la mirada de reojo, escucharte abrir la boca y respirar bajito hasta que casi ronques. Dejar el agua de la ducha borrar el pasado, hornear tu bum bum y meterle mermelada a tu sonrisa mañanera. Me das ganas de todo y de nada. Ganas de Domingo a la tarde, de lunes de madrugada. Me das esperanza, intriga, paz. Me das todo y tengo la intención de devolvértelo. Hoy, en forma de poesía, mañana quizás en un paquete  con una cinta o un moño amarillo o dorado. Si no lo logro, tengo ganas de intentarlo hasta fallar y ganas de aprender de ello. Me das eso que te dan los abuelos y también los galanes de telenovela. Creo que te amo. un poco también, me das miedo.